domingo, 15 de mayo de 2016

Carnicerías Latinas

Nunca pensé que entrar en un mercado pudiera “dar miedo” pero en América Latina, visitarlo la primera vez me puso los pelos de punta.
Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia… Todos siguen el mismo patrón. Un mix de puestos variopintos, restaurantes, bares, fruterías, tiendas… todos ellos con un aire local, muy local, acompañado de una higiene cuál dudosa, moscas volando y perros callejeros que se pasean intentando pescar algo de comer. En este punto, el visitante debe dejar de lado ese mínimo de limpieza y disfrutar de todo aquello que ven sus ojos, por surrealista que sea. 
Definitivamente, no es un lugar apto para todos los públicos. A mí personalmente, me gusta, me gusta tanto que me encanta. No tanto por la higiene, sino por lo auténtico y único que puede llegar a ser un paseo por los callejones de estos mercados locales.


No obstante y después de haber visitado muchos de ellos, hay una cosa que me repele y me sigue dando asco, mucho asco: carnes y pescados colgados durante todo el día sin refrigerio alguno, rodeados de moscas atraídas por ese olor rancio de carne seca, que vete tú a saber si son frescas del día. 


Cabezas de vaca en el suelo, suelos sucios, enangrentados, perros rondando…
Después de meses y meses en estas tierras, me he tenido que adaptar a las situaciones y formas de vida de este continente, con mejor o peor sonrisa pero a esto, sigo sin poder… Comprar carne aquí? Se necesita mucho valor! O sino, muchos cubatas!

3 comentarios:

  1. No encuentro el icono del skype que vomita.... pero vamos, que eso. Buagggggg

    ResponderEliminar
  2. No encuentro el icono del skype que vomita.... pero vamos, que eso. Buagggggg

    ResponderEliminar
  3. Al natural esta claro, eso sí yo tampoco compraría allí, lo raro es que te guste pasear allí jajajaja

    ResponderEliminar