sábado, 21 de mayo de 2016

Tiempos Latinos

No hay mejor frase que ésta para explicar lo que viene siendo un “tiempo latino”.


Uno no sabe si el amigo latino va a regresar en minuto y medio o por el contrario, se va a demorar hora y media. Pero aquí no está el quid de la cuestión. Lo importante amigos, es que aunque sea minuto y medio, uno vuelve a los quince minutos y ahí sigue intacto el cartel. Una hora más tarde, más de lo mismo. En este punto, uno deduce que el cartel hace referencia a hora y media en vez de a minuto y medio. Todo cobra sentido. Sin embargo...

Hora y media después... Ahí sigue quietecito, sin moverse, el mismo cartel.
Dos horas después…       La historia continúa.
Tres horas después…      Uno ya ni sabe lo que puede pasar.

Y a esto es a lo que le se le llama un tiempo latino, dónde los segundos se convierten en minutos, los minutos en horas y las horas en días ;)


Y no con esas, hay algunos latinos que tienen mucho, pero que mucho arte, cuándo se trata de tiempos. Y aquí va la anécdota...

Ruta: Cuzco (Perú) - Copacabana (Bolivia)
Compañía: Huayruro
Precio: 60 PEN (16)
Duración: 12h
Hora: 22.30h

22.15h: Hago el embarque y llego al andén.
22.16h: Entrego mi mochila al conductor.


C: A estas horas no se llega!
I: Perdona?
C: Tienes que venir antes, es tarde ya!
I: Pero si son las 10.15PM aún...
C: El embarque era a las 10PM!
I: Pero faltan 15 minutos para que salga el bus no?
C: Estás tarde!
I: Pero si quedan 15 minutos todavía...
C: Qué estás tarde!
I: (Pensamiento: Mira, deja, lo que tú digas, ale a tomar viento con la hora de las narices...)

22.30h: Hora de salida del bus.
22.35h: Motor apagado, silencio.
22.45h: Conductor desaparecido.
22.55h: Continúa la espera.
23.00h: Arranca el bus.


CON DOS COJONES!
No sólo se retrasa el bus media hora (pa' variar) sino que para colmo, me echan la bronca por llegar quince minutos antes. Hay que tener los huevos grandes y gordos! Gordos pero que muy gordos! Olé olé y olé!

domingo, 15 de mayo de 2016

Carnicerías Latinas

Nunca pensé que entrar en un mercado pudiera “dar miedo” pero en América Latina, visitarlo la primera vez me puso los pelos de punta.
Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia… Todos siguen el mismo patrón. Un mix de puestos variopintos, restaurantes, bares, fruterías, tiendas… todos ellos con un aire local, muy local, acompañado de una higiene cuál dudosa, moscas volando y perros callejeros que se pasean intentando pescar algo de comer. En este punto, el visitante debe dejar de lado ese mínimo de limpieza y disfrutar de todo aquello que ven sus ojos, por surrealista que sea. 
Definitivamente, no es un lugar apto para todos los públicos. A mí personalmente, me gusta, me gusta tanto que me encanta. No tanto por la higiene, sino por lo auténtico y único que puede llegar a ser un paseo por los callejones de estos mercados locales.


No obstante y después de haber visitado muchos de ellos, hay una cosa que me repele y me sigue dando asco, mucho asco: carnes y pescados colgados durante todo el día sin refrigerio alguno, rodeados de moscas atraídas por ese olor rancio de carne seca, que vete tú a saber si son frescas del día. 


Cabezas de vaca en el suelo, suelos sucios, enangrentados, perros rondando…
Después de meses y meses en estas tierras, me he tenido que adaptar a las situaciones y formas de vida de este continente, con mejor o peor sonrisa pero a esto, sigo sin poder… Comprar carne aquí? Se necesita mucho valor! O sino, muchos cubatas!

lunes, 2 de mayo de 2016

Isabella: Muro de las Lágrimas

"Lo que empieza mal, acaba bien…"

Fecha: 21-03-2016
Hora: 10AM
Localización: Isla Isabella (Galápagos)
Historia: Tras finalizar la II Guerra Mundial y retirarse las tropas estadounidenses, el gobierno ecuatoriano decidió formar una colonia penal en la isla llevando a los presos más peligrosos del país y obligándoles a trabajos forzosos. Uno de estos trabajos consistía en construir un muro con sus propias manos de roca volcánica. Cada día, debían cargar las rocas durante largos e interminables kilómetros bajo el fuerte sol, mal alimentados y deshidratados. Y fue esto, junto a que el muro caía sobre ellos, lo que provocó cientos de muertes.
Transporte: Bicicleta
Distancia: 10km
Alquiler: Bike House
Precio: 10$


Llego a la tienda a alquilar mi bici y me dicen que tengo que esperar una media hora, que tienen que prepararla. En este punto me pregunto cómo una tienda especializada en alquiler de bicicletas no tiene las mismas ya preparadas, es más, necesita 30 minutos para preparar una… En fin, cosas latinas, me tomo un café mientras tanto y listo.

Media hora más tarde... 
Vuelvo yo feliz a por mi bici cuándo al entrar por la puerta de la tienda, un gringo se está llevando la misma al grito del dueño “Es que pensaba que ya no venías!”. Perdona? Pero vamos a ver... Si me dijiste que… 30 minutos… 
En fin, aquí ya ni me pregunto nada porque para qué, me limito a esperar de nuevo, algo que es bastante recurrente por estas tierras latinas.

Una hora más tarde... 
Ya puedo ponerme en rumbo con una bici segundo plato, viejita y de cadenas oxidadas, olé! No pasa nada, el paseo es hermoso. Mar a un lado, isla al otro. Playas, pozas, lagunas, vistas increíbles. Pájaros, flamencos, iguanas marinas, terrestres, tortugas gigantes y demás animalitos tropicales.


Paseo hermoso bajo un sol abrasador.
Primera hora bien, llevo agua, gorra y me quito la camiseta.
Segunda hora no tan bien, empieza la cuesta arriba bajo un sol soporífero dónde no hay sombra alguna con el añadido de no poder quitarse más ropa…
Y es aquí dónde hago honor a mi nacionalidad española, esos que nos cagamos en todo. Y me cago en los retrasos latinos, me cago en la bici, el señor de la tienda, el gringo ladrón y en todo lo que se menea!


Media hora más tarde... 
El gringo de vuelta, rojo cómo un tomate, sudando, con cara de pocos amigos, caminando, llevando a rastras su bici pinchada. 3h de vuelta de camino bajo ese sol horroroso que te chamusca enterito, pobrecito mío. Uiiii la virgen, de la que me he librado! 
Continuo mi camino, cuestas y más cuestas, sol abrasador que me tiene la cabeza mareada y el cuerpo destrozado pero no importa. Esto ya no importa. Haber empezado hora y pico más tarde tampoco. Todo ello con tal de que sólo se pinche una bici. Mi primera bici…

Conclusión:
Lo que empieza mal, acaba bien.
Al mal tiempo, buena cara.
No por mucho madrugar, amanece más temprano.
Mal de muchos, consuelo de tontos.
Gusto con sarna, no pica.