Montezuma, Costa Rica, Pura Vida.
Montefuma, Coca Rica, Pura Birra.
Montezuma, pueblo del Pacífico costarricense conocido más por
Montefuma y no precisamente porque la gente fume muchos pitis :)
Pueblo bohemio, hippie, fumeta... Vamos lo que viene siendo "perro flautilla".
Rollo rastafari, reggae, Bob Marley, lleno de puestecitos callejeros cuyo lema es vive y déjate llevar. Me hace mucha gracia que cada dos por tres me hayan insistido en esta frase cuándo están más fumaos que Peter en un búnker de marihuana jajaja es verdad ;)
Pues después de esta descripción, es aquí dónde yo, lista y hábil dónde las haya, pruebo el
couchsurfing por primera vez en mi vida, en casa de un rastafari. A día de hoy me sigo preguntando si no tenía otro sitio mejor dónde experimentar mi primera vez, así soy yo... La verdad es que no se muy bien si es que soy tonta del culo y me falta un hervor o no sé, quizás es que simplemente soy una ingenua y esperaba una casa normal con al menos un sofá para dormir. Había pasado por alto que me alojaba en casa de un rastafari, detalle cuál menos importante.
Pues bien, allí que llego yo con la mejor de mis sonrisas resultando ser la casa un cuarto con un baño y una mini cocina, dónde mis maletas ocupan el espacio restante. No importa, soy pequeña. Seguimos adelante. Una sola cama. Olé. A compartir con el anfitrión y una amiga suya que está de visita. Shock. Por si no era suficiente, a ello se le suma un señor mayor que duerme en un colchón que se saca debajo de la cama. Me falta na y menos para marcarme, allí mismo encima de la cama, un flamenco y to. Y déjate llevar me dicen una y otra vez... Mira que son cachondos estos rastas. Y yo, que me considero una persona adaptable más o menos a cualquier plan o tipo de situación, estoy al borde de un ataque de nervios, cómo dice Almodovar y sus mujeres. Hablando claro, lo veo más negro que los cojones de un grillo...
Punto 1: dormir con dos personas que no conozco de nada y un abuelito a mis pies, mucha gracia lo que se dice mucha gracia cómo que no me hace, que yo ya tengo una edad para tanta aventura...
Punto 2: dormir en un cuarto que está abierto y entra y sale todo Dios cómo Pedro (Peter el del búnker) por su casa, pues tampoco es para ponerse a tocar palmas de emoción. Y mira que soy confiada y me fio hasta del apuntador pero es que eso más que una casa parece Neptuno en plena victoria del Atlético...
Punto 3: el baño, que sería el único rincón dónde poder tener un poco de intimidad, no tiene luz. Detalle que no parece demasiado importante a simple vista pero que unido a los anteriores va cogiendo fuerza y no veas tú si coge.
Después de todo este panorama, habiendo pasado el día entero allí y tras varios intentos fallidos de escapada, en un arranque de sinceridad e intentando que no resulte una ofensa, consigo marchar. El resultado final son unas cabinas en la playa, con habitación privada y ventana con vistas al mar por el maravilloso precio de 10$ la noche. Vuelvo a dormir escuchando el sonido del mar, algo que me resulta mágico. Y es aquí, en este punto, dónde vuelvo a respirar...
No obstante, ese buen rollo y ese "no importa, todo está bien" hace que mi rasta me haga partícipe de su mundo y filosofía rastafari dejándome entrar en su vida pero durmiendo tranquilita en mi cabina, lo cuál es algo maravilloso :)
Y aunque al principio me sentía algo incómoda, ya que ese mundo poco o nada tiene que ver con el mío, me ha encantado tener la oportunidad de vivirlo un par de días, conocerlo, aprenderlo y sentirlo tan de cerca.
Otra foma de pensar.
Otra forma de sentir.
Otra manera de vivir.
Otra filosofía.
Otro estilo.
Otro mundo.
Creo que lo que empezó un poco torcido me ha dado la mejor oportunidad que se puede tener de vivir el Montezuma desde ese lado bohemio-hippie. Y me encanta! He conocido gente que nada tiene que ver conmigo pero que es maravillosa, que se han portado conmigo fenomenal, ofreciéndome todo y haciéndome partícipe de su mundo cómo si fuera una más.
Muchas gracias rastafari!